lunes, 16 de febrero de 2015

TE CUENTO POR QUÉ MI VERANO FUE MUY ESPECIAL.

Si eres de las personas que viven fuera de su país de origen, entenderás este post. Si eres de los que no tienes cerca a tu familia ni a tus amigos de juventud, esos que te marcan dónde están tus raíces, los que le dan un sentido claro a lo que eres hoy día, entenderás este post.

Este verano, después de casi 10 años, volví a ver a una de mis grandes amigas. Una de mis amigas de la universidad, de esas de las que no te despegas ni a sol ni a sombra durante los 5 años que dura la carrera. Con las que te vas de fiesta, de ligue y sí, de vez en cuando de estudio. Una de esas personas con las que siempre te has sentido a gusto y con las que las discusiones nunca duran demasiado, por enconadas que fueran ( solo recuerdo una, en la que posiblemente, ella llevara razón, pero terminé llevándomela al huerto).

Lo mejor de todo es que después de esos 10 años, de largos periodos de desconexión ( nunca cuido demasiado bien a mis amigos), la tuve a ella y a su familia, casi 5 días en mi casa, a casi 8000 km de la suya, y fue una experiencia inolvidable. 

Todo fue un poco caótico. Cuatro niños pequeños en apenas 90 metros, territoriales y defensores de sus cosas y de todas aquellas que cayeran en sus manos, fueran de quien fueran. Dos papás y dos mamás intentando poner orden y dos cubanas juntas que no paran de hablar de todo aquello de lo que se puede hablar. ¡Pobres maridos! 

Y sí, es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo. Ahora miro las fotos y me pongo un poco triste. Ni siquiera sé si nos volveremos a ver. Así de dura es la distancia y la vida en general, pero sé dónde está y ella sabe dónde estoy. A veces eso es lo que cuenta, otras, sencillamente, con eso nos toca conformarnos...

Y aquí van algunas de las fotos que nos hicimos y que le hice.... 

Un besito, Yami...